Obtener una “Big Idea” o una gran idea sobre la salud de las personas solo por sus estructuras, sin duda alguna era un modelo en las unidades clínicas, pero hoy en día, se trata de no simplificar todo un ecosistema (la persona o el paciente) a solo una estructura dañada.
Sabemos que pueden existir cambios degenerativos en una resonancia magnética espinal y que las personas pueden sentir dolor, pero también NO SENTIR DOLOR ALGUNO. Esto, no significa que estos cambios sean insignificantes, pero hay que entender que solo destacan como un antecedente más.
Una reciente revisión sistemática realizada por Brinjkji et al 2015 sugiere que las personas con dolor lumbar tienen una mayor prevalencia de cambios o “anormalidades” en sus RMN. Otro autor, Hancock et al 2017, también muestra que las personas con dolor lumbar podrían tener más probabilidades de informar un mayor número de cambios en la resonancia magnética.
Estos autores también muestran que los cambios degenerativos son normales y son como “Arrugas en el interior de nuestra columna”, por lo tanto, son marcadores normales de desgaste cronológico, más que un marcador de patología, enfermedad o incapacidad.
Los cambios en la resonancia magnética o anormalidades pueden ocurrir absolutamente sin ningún tipo de dolor. Dicho eso, sería absolutamente normal encontrar estos hallazgos en personas sobre los 30 años, pero extraño encontrar desgaste en una joven de cierta edad (20 años), ahora, podemos encontrar dichos cambios, pero debiesen existir condiciones que lo expliquen, ejemplo, jóvenes que realizan levantamiento olímpico de pesas.
Entonces, ¿cómo hacemos para explicar esto?
Quizás queremos ver estos cambios estructurales de la columna como algo similar a una fogata.
Generemos esta analogía, esta leña va a representar los cambios en los tejidos, por lo tanto, nuestras estructuras anatómicas (discos, nervios, vertebras, músculos). Por otro lado, el fuego o fogata, va a representar el dolor.
Los leños juntos no es necesariamente una fogata (dolor), pero todos estaríamos de acuerdo que para obtener una fogata, necesitas un poco de acelerador o chispa. Podemos ver los cambios degenerativos de una resonancia de la misma manera. Te explico, estos no son suficientes para el dolor, pero quizás necesiten algún tipo de agente sensibilizante o acelerante para crear esa “chispa” y por tanto, generar el “fuego” que vendría siendo el dolor.
A veces el acelerante es demasiada carga física. Quizás el acelerante es demasiada carga psicológica. O algún cambio en cualquiera de los factores estresantes de la vida a los que no nos adaptamos, el cansancio, los pensamientos, la depresión, el animo y la lista sigue. Lo bueno de todo esto, es que la ciencia nos dice que puedes estar mejor, podemos estar mejor.
El dolor es multidimensional y el acelerador proviene de cualquier parte. Ahora, lo positivo de esto, es que reconocer dicha situación, puede obtener también una posible solución.
En resumen, la leña (cambios en nuestras estructuras) podría ser el precursor de una fogata (dolor) y los acelerantes (causas que nos llevan al dolor) son las chispas que conducen a la fogata.
Apagando el fuego y saliendo del dolor
Lo buena noticia es que no tenemos que cambiar la estructura de nuestra columna para salir del dolor, Ej cambiar nuestros discos, lo cual es bueno porque rara vez podemos.
Básicamente, podemos hacer dos cosas:
1. Identificar el agente sensibilizador, lo cual se puede hacer de varias maneras.
2. Desarrollamos nuestra tolerancia al agente sensibilizador.
Otra analogía que podemos ocupar para entender el dolor es similar a nuestra analogía de la copa.
El dolor ocurre cuando todos los agentes sensibilizantes en nuestra vida “llenan” la copa y la copa se desborda. El dolor, es ese desbordamiento.
Podemos disminuir los agentes sensibilizantes o podemos construir una taza más grande.
¿Como hacerlo?
La aplicación progresiva a la carga (movimiento y ejercicios) a una persona con problemas de columna probablemente está construyendo una copa más grande (la columna se adapta a la carga y con eso, la persona puede desarrollar resistencia a estos agentes sensibilizantes que acusan dolor).
La educación a su vez puede aumentar la auto eficacia, disminuir el miedo, aumentar la capacidad de recuperación, aumentar la esperanza o incluso disminuir la nocicepción).
La prevención de la columna es hacia donde va la medicina músculo esquelética hoy en día. En el presente, los esfuerzos por las entidades clínicas en el mundo es ser facilitadoras de un abordaje preventivo, sea este con tu quiropráctico, kinesiólogo, entrenador, psicólogo o masajista.
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